La elección del cachorro de labrador
Una vez nos decidimos por adquirir un ejemplar de ésta raza, el siguiente paso será la elección del tipo cachorro de labrador que más se complemente con nuestro ritmo de vida y nuestras preferencias.
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¿Para exposición, para cazar o como perro de compañía?
¿Quiere que su labrador sea un animal doméstico, de trabajo o para inscribirlo en exhibiciones? Si necesita un perro de caza que sea un fuera de serie deberá preguntarse quién se ocupará de su adiestramiento y, una vez adiestrado, quién se ocupará de mantener el nivel obtenido: solamente el ejercicio contínuo hace perfecto al ejemplar. Un cachorro destinado al trabajo debe ser muy vivaz, y participar en todo; sale del cajón el primero, recoge los juguetes y los devuelve, pero quizá no tiene requisitos excelentes para una pista. Si quiere participar en una exposición canina deberá tomar contacto con un criador conocido, que sepa por experiencia el potencial de su camada, aunque nadie puede garantizar un campeón. Trate siempre de ver a los padres del cachorro, y si no están presentes, hágaselos mostrar en fotos. Cualquiera que sea la elección, recuerde que se lleva a casa un compañero para los próximos quince años; su vinculación inicial será sólo una pequeña parte si la compara con la de los años futuros.
La calidad del perro influirá en el precio y hay que estar dispuesto a pagar más por un buen ejemplar de exposición. Y si piensa llevarlo a ellas, aunque sea sin la intención de empezar un criadero, hará bien en ir a un criador cuyos perros tengan un buen éxito en los certámenes.
Incluso con padres excepcionales es difícil elegir el mejor cachorro de una camada. Si quiere estar seguro de tener un perro para exposición, deberá comprar un cachorro un poco crecido, de unos cinco meses. A esta edad, ya habrá completado la dentición, que de este modo ya podrá ser controlada, habrá superado las vacunaciones y ya no sufrirá cambios drásticos de forma y medidas.
Si está buscando un abrador sano, de hermoso aspecto y adaptado como perro de compañía, sin ilusionarse pensando que pueda conseguir un primer premio, recuerde, no obstante, que el que un perro resulte un campeón no significa que sea más dulce o mejor compañero que otro menos perfecto.
La calidad del perro influirá en el precio y hay que estar dispuesto a pagar más por un buen ejemplar de exposición. Y si piensa llevarlo a ellas, aunque sea sin la intención de empezar un criadero, hará bien en ir a un criador cuyos perros tengan un buen éxito en los certámenes.
Incluso con padres excepcionales es difícil elegir el mejor cachorro de una camada. Si quiere estar seguro de tener un perro para exposición, deberá comprar un cachorro un poco crecido, de unos cinco meses. A esta edad, ya habrá completado la dentición, que de este modo ya podrá ser controlada, habrá superado las vacunaciones y ya no sufrirá cambios drásticos de forma y medidas.
Si está buscando un abrador sano, de hermoso aspecto y adaptado como perro de compañía, sin ilusionarse pensando que pueda conseguir un primer premio, recuerde, no obstante, que el que un perro resulte un campeón no significa que sea más dulce o mejor compañero que otro menos perfecto.
¿Macho o hembra?
Es frecuente preguntarse por el sexo del perro; si un cachorro macho o hembra. Ciertamente con las hembras hay algunas molestias debidas al celo, por lo que si tiene un cazador en casa y no quiere más que un perro, le sugiero un macho, porque no tendrá una baja física en medio de la estación de caza, como ocurre a veces con la hembra. Para aquellos que solo tienen necesidad de un compañero, les sugiero elegir una hembra; tiene un carácter más dulce, es muy amante de la casa y no tiene un temperamento vagabundo, como a veces sí lo es en el macho de edad joven, cuando "callejea" en busca de conquista, creando a menudo molestias al dueño. Hay una vieja teoría que dice que cada perra deberá tener una camada, pero es una opinión muy discutible; así, si no hay un deseo seguro de reproducción, ni la certeza de vender los futuros cachorros de forma satisfactoria, ni la posibilidad de proveerlos de los cuidados necesarios, no es aconsejable aparear al animal. De hecho muchas hembras no acopladas han vivido una vida sana y alegre hasta edad avanzada y es aconsejable hacer acoplamientos si los cachorros no son verdaderamente deseados.
Recientemente se han emitido nuevas opiniones a propósito de la esterilización, que es una opción del todo aceptable. Es importante que una hembra esté completamente desarrollada antes de recurrir a la esterilización y debe pasar al menos dos celos antes de que alcance la madurez completa. Los perros guías de los invidentes son hembras esterilizadas casi siempre y se ha visto que la esterilización no ha condicionado en modo alguno su buena disposición, salud, comportamiento y habilidad en el trabajo. Las perras utilizadas para la reproducción deben responder a ciertos esquemas tanto físicos como mentales: las que no respondan plenamente a estas características no deberán ser tomadas en consideración. Deben ser sanas y resistentes, sin defectos estructurales, orgánicos o hereditarios. Además deben ser de buen carácter. Los ejemplares nerviosos o de difícil carácter no deberán ser usados para la reproducción. Antes del acoplamiento, las perras deberán encontrarse en las mejores condiciones generales, gozar de óptima salud y estar nutridas con una dieta completa, con la adición de proteínas. En conjunto las perras son animales más plácidos, con menos inclinación a "irse a callejear", excepto cuando están en celo.
A causa de los peligros concernientes a la consanguinidad, el futuro comprador nunca deberá comprar un perro macho y su hermana de la misma camada. Si desea tener dos labradores, y, posiblemente acoplarlos en el futuro, le aconsejo comprar antes la madre y después, siguiendo el consejo del criador (que conoce su estirpe), comprar el macho que sea genéticamente complementario a su perra y produzca así cachorros típicos.
Recientemente se han emitido nuevas opiniones a propósito de la esterilización, que es una opción del todo aceptable. Es importante que una hembra esté completamente desarrollada antes de recurrir a la esterilización y debe pasar al menos dos celos antes de que alcance la madurez completa. Los perros guías de los invidentes son hembras esterilizadas casi siempre y se ha visto que la esterilización no ha condicionado en modo alguno su buena disposición, salud, comportamiento y habilidad en el trabajo. Las perras utilizadas para la reproducción deben responder a ciertos esquemas tanto físicos como mentales: las que no respondan plenamente a estas características no deberán ser tomadas en consideración. Deben ser sanas y resistentes, sin defectos estructurales, orgánicos o hereditarios. Además deben ser de buen carácter. Los ejemplares nerviosos o de difícil carácter no deberán ser usados para la reproducción. Antes del acoplamiento, las perras deberán encontrarse en las mejores condiciones generales, gozar de óptima salud y estar nutridas con una dieta completa, con la adición de proteínas. En conjunto las perras son animales más plácidos, con menos inclinación a "irse a callejear", excepto cuando están en celo.
A causa de los peligros concernientes a la consanguinidad, el futuro comprador nunca deberá comprar un perro macho y su hermana de la misma camada. Si desea tener dos labradores, y, posiblemente acoplarlos en el futuro, le aconsejo comprar antes la madre y después, siguiendo el consejo del criador (que conoce su estirpe), comprar el macho que sea genéticamente complementario a su perra y produzca así cachorros típicos.
La elección del manto
El segundo punto que se debe considerar es, probablemente, el color del manto. En el labrador, los tres colores son: negro, amarillo y chocolate. La elección del color es simplemente sugerida por una preferencia individual y por la disponibilidad. Seguramente el color del pelo no tiene ningún efecto en el carácter y la habilidad del animal.
Para evitar equívocos no existe una raza de labrador dorado (o golden). La palabra amarillo cubre todas las gradaciones que van desde el crema pálido al amarillo intenso. Parece que en algunos lugares el labrador amarillo es el color preferido, al menos en estos primeros tiempos de desarrollo de las crianzas. Me parece que, en cierto sentido, se puede ver mejor "la cara" de un perro amarillo. La presencia de color de pelo distinto del amarillo, negro o chocolate, significa simplemente que el perro no es un labrador.
A veces los mejores planes selectivos puestos a punto no tienen éxito; esto puede suceder en genética y diversas características del pasado aparecen en el labrador actual.
Hace tiempo, cuando el Labrador era utilizado preferentemente como perro de caza, el color negro solía ser el favorito, para evitar que la luz de la luna se reflejase en el perro durante la caza del ánade.
Mi única reserva a propósito de los perros negros en países mediterráneos se refiere al calor.
Para evitar equívocos no existe una raza de labrador dorado (o golden). La palabra amarillo cubre todas las gradaciones que van desde el crema pálido al amarillo intenso. Parece que en algunos lugares el labrador amarillo es el color preferido, al menos en estos primeros tiempos de desarrollo de las crianzas. Me parece que, en cierto sentido, se puede ver mejor "la cara" de un perro amarillo. La presencia de color de pelo distinto del amarillo, negro o chocolate, significa simplemente que el perro no es un labrador.
A veces los mejores planes selectivos puestos a punto no tienen éxito; esto puede suceder en genética y diversas características del pasado aparecen en el labrador actual.
Hace tiempo, cuando el Labrador era utilizado preferentemente como perro de caza, el color negro solía ser el favorito, para evitar que la luz de la luna se reflejase en el perro durante la caza del ánade.
Mi única reserva a propósito de los perros negros en países mediterráneos se refiere al calor.
¿Cuál es la edad ideal?
Los propietarios que ya han tenido perros y que desean practicar algún deporte o trabajo, pueden adquirir el cachorro con ocho semanas. A esta edad, el carácter del cachorro es maleable y su atracción por las nuevas experiencias está todavía muy viva.
En el caso de los amos "novatos", es preferible esperar doce semanas antes de llevar el cachorro a casa. En efecto, la madre le habrá enseñado ya los códigos sociales y el período de desapego estará relativamente avanzado. Aunque, por otra parte, el cachorro atraviesa una etapa de repulsión y hace falta un poco de paciencia y mucha motivación para integrarlo en su nuevo entorno.
La adquisición de un labrador adulto puede ser la solución para la práctica deportiva o la exposición. Efectivamente, a esa edad es más fácil determinar el carácter del perro y prever su potencial deportivo.
Asimismo, como el crecimiento ya ha finalizado, la morfología es definitiva y, por tanto, es más fácil comprobar su conformidad con el estándar.
En el caso de los amos "novatos", es preferible esperar doce semanas antes de llevar el cachorro a casa. En efecto, la madre le habrá enseñado ya los códigos sociales y el período de desapego estará relativamente avanzado. Aunque, por otra parte, el cachorro atraviesa una etapa de repulsión y hace falta un poco de paciencia y mucha motivación para integrarlo en su nuevo entorno.
La adquisición de un labrador adulto puede ser la solución para la práctica deportiva o la exposición. Efectivamente, a esa edad es más fácil determinar el carácter del perro y prever su potencial deportivo.
Asimismo, como el crecimiento ya ha finalizado, la morfología es definitiva y, por tanto, es más fácil comprobar su conformidad con el estándar.
¿Qué cachorro de la camada?
Hay dos aspectos que merece la pena analizar: la salud y el carácter del perro. El cachorro debe tener sus papeles, su libreta de vacunaciones y su identificación en regla, y en lo posible ser objeto de un certificado de venta. Todo ello sirve para garantizar los antecedentes del cachorro y su buena salud.
El criador debe presentar todos los cachorros de la misma camada. El cachorro no debe poseer un olor desagradable; sus heces deben estar bien formadas y sin rastro de sangre, los ojos brillantes y la trufa limpia. Las orejas deben ser de líneas nítidas y el pelaje no debe tener un aspecto apagado, ni ser quebradizo. Por otra parte, el cachorro debe mostrarse alegre y juguetón, bien con los otros perros de la camada, bien con los seres humanos.
Además, hay que comprobar el espacio del que dispone el cachorro: la llegada a un nuevo hogar no es un momento agradable para el cachorro. Pero si antes se encontraba en un lugar confinado y sin posibilidades de salir, la adaptación a su nuevo entorno será todavía más complicada.
Si se trata de un cachorro de compañía, la estética tendrá un peso más importante en la elección; tiene que gustarle, sobre todo, a su futuro dueño. Para la exposición es primordial considerar las características del estándar de la raza. Finalmente, para una futura carrera deportiva, se privilegiará el carácter juguetón y la capacidad de atención del cachorro.
El criador debe presentar todos los cachorros de la misma camada. El cachorro no debe poseer un olor desagradable; sus heces deben estar bien formadas y sin rastro de sangre, los ojos brillantes y la trufa limpia. Las orejas deben ser de líneas nítidas y el pelaje no debe tener un aspecto apagado, ni ser quebradizo. Por otra parte, el cachorro debe mostrarse alegre y juguetón, bien con los otros perros de la camada, bien con los seres humanos.
Además, hay que comprobar el espacio del que dispone el cachorro: la llegada a un nuevo hogar no es un momento agradable para el cachorro. Pero si antes se encontraba en un lugar confinado y sin posibilidades de salir, la adaptación a su nuevo entorno será todavía más complicada.
Si se trata de un cachorro de compañía, la estética tendrá un peso más importante en la elección; tiene que gustarle, sobre todo, a su futuro dueño. Para la exposición es primordial considerar las características del estándar de la raza. Finalmente, para una futura carrera deportiva, se privilegiará el carácter juguetón y la capacidad de atención del cachorro.